El fútbol (del
inglés football) es un deporte en
el que dos equipos compuestos por once jugadores se enfrentan entre sí. Cada
equipo, que dispone de diez jugadores que se mueven por el campo y de un
portero (también conocido como arquero o guardameta), tratará de lograr que la
pelota (balón) ingrese en el arco (portería) del equipo rival, respetando
diversas reglas.
Este deporte, que en España también recibe el nombre de balompié y que en los Estados Unidos se conoce como soccer, tiene como regla más importante que los
jugadores, con la excepción del arquero en su área, no pueden tocar la pelota
con las manos o los brazos.
Cada vez que la pelota entra en el arco
rival, se consigue un gol (una
anotación). El equipo ganador es el que marca más goles en el tiempo
reglamentario (dos tiempos de 45 minutos), aunque el empate (la igualdad de
goles) es un resultado posible.
El campo de juego en el fútbol es rectangular y está cubierto de césped, por lo
general natural. Los arcos se encuentran a cada lado del campo, y cada equipo
debe defender uno y anotar (hacer goles) en el
otro.
El origen del fútbol tuvo lugar en Inglaterra. La Football Association desarrolló, en 1863, la mayoría de las reglas que, aún hoy, rigen este
deporte. En la actualidad, la Fédération Internationale de Football
Association (cuya sigla es FIFA) es el
organismo que se encarga de regir el fútbol a nivel mundial. Precisamente al
hacer referencia a la historia del fútbol mundial es importante resaltar el
nombre de una serie de jugadores que se han convertido, por sus valores y
cualidades, en figuras claves dentro de este deporte. Así, por ejemplo, habría
que hablar del brasileño Pelé que para muchos ha sido el mejor futbolista de la
historia.
El Comité Olímpico Internacional dio el
reconocimiento a este delantero como mejor deportista del siglo XX. En el
Santos de Brasil y en el Cosmos de Estados Unidos desarrolló su carrera aquel
que se convirtió en figura clave de su selección con la que consiguió tres
Copas Mundiales y en la que aún mantiene el haber sido su máximo goleador con
un total de 77 tantos.
Tampoco podemos pasar por alto la figura
de otros futbolistas que han dejado una huella imborrable en este deporte como
sería el caso los delanteros argentinos Diego Armando Maradona y Alfredo Di
Stéfano, el holandés Johan Cruyff, el alemán Franz Beckenbauer, el brasileño
Ronaldo o el italiano Michel Platini.
En la actualidad el que está considerado
como el mejor futbolista del momento y uno de los más grandes de la historia es
el argentino Lionel Messi. En el F.C. Barcelona milita actualmente este
deportista que tiene entre su palmarés premios tan importantes a nivel mundial
como la Bota de Oro, el Balón de Oro y distinciones como ser el máximo goleador
de la Liga de Campeones en una sola temporada o el haber conseguido el mayor
número de tantos en un solo partido de la citada Champions.
Cada cuatro años, la FIFA organiza una Copa
Mundial que reúne a los mejores seleccionados del mundo, que clasifican
al torneo después desuperar una etapa eliminatoria.
Historia del fútbol femenino
Las
primeras evidencias parecen venir de la China de la dinastía
Han donde
se practicaba una variante antigua llamada Tsu Chu que se
documenta a partir del 2500 a.C. La meta del Tsu Chu era patear el balón a
través de una pequeña red abierta y se podía anotar con cualquier parte del
cuerpo, excepto las manos.
En Francia y Escocia, los juegos de pelota entre
las mujeres eran comunes desde el siglo XII, pero será en ésta última,
concretamente en Glasgow, donde se celebre el primer partido de fútbol femenino
en 1892.
Es
interesante resaltar que el desarrollo del fútbol femenino va a estar
íntimamente ligado a la lucha por los derechos de la mujer. Así será la
activista Nettie Honeyball la que fundó el primer club deportivo denominado
British Ladies Football Club con el objetivo de demostrar que la mujer podía
emanciparse.
El siguiente empujón vendrá con la 1ª Guerra
Mundial cuando la mano de obra femenina se incorpora masivamente al trabajo en
las fábricas ocupando el lugar de los hombres que estaban en el frente. También
ocuparán su lugar en los equipos que poseían muchas de estas fábricas y que,
hasta entonces, eran privilegio masculino.
A pesar de alcanzar una gran popularidad (destacar
el Dick, Kerr’s Ladies de Preston en Inglaterra) tras el final de la guerra, la FA se
negó a reconocer al fútbol femenino. Ante esto se formó la English Ladies
Football Association que tuvo que enfrentarse a muchos boicots de la FA. Pero
tendrá que rendirse a la evidencia y en 1969 se crea la rama femenina de la FA.
Desde 1971 la UEFA fomentará
el fútbol femenino que no ha dejado de consolidarse en los últimos años, sobre
todo en países como EEUU, Italia,Alemania o
Japón donde no tienen nada que envidiar a sus colegas masculinos.
El fútbol femenino ha alcanzado ya la cifra de 40
millones de practicantes. Este enorme crecimiento en todo el ámbito mundial ha
provocado que la FIFA se vuelque con su fomento e impulso, a través de las
distintas asociaciones nacionales A lo largo de los noventa, la expansión del
fútbol femenino ha batido récords de crecimiento. Nunca antes un deporte había
obtenido un desarrollo tan vertiginoso a escala mundial. Si bien en Europa es
practicado desde los años setenta, el puntapié inicial del fútbol femenino fue
dado por las noruegas en el Congreso de FIFA de 1986, en México, cuando se
disputó el Mundial. Las mujeres nórdicas reclamaron la atención para la rama
femenina del fútbol y el entonces presidente de FIFA, el brasileño Joao Havelange,
accedió a la realización de un torneo experimental que tuvo lugar en 1990, en
China. El éxito fue tal que al año siguiente, también en China, el fútbol
femenino quedaba oficializado por FIFA en el primer mundial que consagró
campeona a la selección de Estados Unidos.
El otro paso fundamental que terminó de incorporar
el fútbol femenino a la superestructura del deporte universal fue dado en
Atlanta 96. La experiencia fue todo un éxito, ya que las mujeres consiguieron
marcar más goles que los hombres, cometieron menos faltas, jugaron un tiempo
útil superior y, por si fuera poco, recaudaron más dinero, dado que en Estados
Unidos es preferido el "soccer" femenino al masculino.
Estados
Unidos es el ejemplo más evidente del éxito del fútbol femenino. En Atlanta,
una media de 78.000 espectadores presenció los partidos de mujeres, dato
indicativo del tremendo potencial que tiene el país norteamericano, que cuenta
con 13 millones de jugadoras.
Japón, Europa, Estados Unidos y China son los
centros de mayor desarrollo del fútbol femenino. En Japón, actualmente, una
futbolista de la Liga percibe un promedio de 50 millones de pesetas al año. Las
zonas de mayor retraso del fútbol femenino corresponden a América Latina,
Africa y los países asiáticos del Islam. Aún así, la FIFA espera que poco a
poco, gracias a la evolución general que está teniendo la mujer en otros
campos, aumente el número de practicantes femeninas en el fútbol. El presidente
del máximo organismo del fútbol mundial, Joseph Blatter aseguró que en el año
2010 podía haber tantas mujeres como hombres jugando al fútbol.